La freidora de aire es un electrodoméstico muy popular para cocinar de manera saludable, pero no todos los alimentos son adecuados para este tipo de cocción. Aquí se explica qué alimentos es mejor evitar para lograr los mejores resultados y mantener el aparato en buen estado.
Alimentos con mucho líquido
Sopas, guisos y platos con salsas no deben meterse en la freidora de aire. Estos líquidos pueden derramarse, creando un desorden y haciendo la limpieza más complicada. Además, el aire caliente no cocina adecuadamente alimentos líquidos, afectando el resultado final.
Quesos blandos y derretidos
Quesos como el queso crema, mozzarella u otros que se derriten rápidamente pueden causar problemas. Tienden a escurrirse, ensuciar la freidora y, en muchos casos, no se cocinan bien. Para usar quesos en recetas con freidora de aire, es mejor que estén bien cubiertos por otros ingredientes, como en empanados.
Alimentos con empanados gruesos
Los alimentos empanados con capas gruesas, como croquetas o pechugas de pollo, pueden no cocinarse de manera uniforme. La capa externa puede dorarse antes de que el interior esté cocido. Para lograr un empanado crujiente y bien cocido, se recomienda cocinar a temperaturas más bajas durante más tiempo o aplicar un ligero rocío de aceite.
Tamaños grandes De Alimentos
Alimentos grandes, como un pollo entero, pueden no cocinarse uniformemente en una freidora de aire, ya que el flujo de aire puede no alcanzar todas las partes. Es más efectivo cortar los alimentos en porciones más pequeñas y cocinarlos en tandas.
Alimentos secos
Alimentos ya secos, como algunos panes o verduras deshidratadas, tienden a quemarse fácilmente en la freidora de aire debido a la alta circulación de aire caliente. Es importante vigilar estos alimentos de cerca para evitar que se pasen de cocción.
Consejos finales
- No sobrecargar la canastilla para que el aire pueda circular.
- Porcionar adecuadamente los alimentos para una cocción uniforme.
- Rociar ligeramente con aceite los alimentos empanados para mejores resultados.
- Limpieza regular para evitar acumulaciones que puedan afectar el rendimiento del aparato.